La manera en que comunicamos, no sólo ayuda a resolver conflictos con otros, sino también a validar y gestionar nuestras emociones, sentimientos y necesidades.
Esta estructura es básica para iniciarse en el camino de la asertividad (les dejo mi apunte)
1. Los hechos: Describe la conducta de la otra persona (Positiva o negativa) Recuerda que debes hablar de hechos y no de juicios, y ser lo más específico posible. Evitar generalizaciones (siempre, nunca, todo o nada)
2. Tus sentimientos: Con foco en ti (y no el otro). Acá van solo "YO" no "Tú". Explica cómo te hace sentir esa conducta (no la persona) ¿Frustrado? ¿Triste? ¿Satisfecho? Intenta mantenerte calmado.
3. Las consecuencias: Describe las consecuencias de que esos hechos se mantengan o que tu interlocutor siga manteniendo esa conducta. Aquí también puedes añadir los sentimientos que prevés experimentar, cómo ese comportamiento afectará a otras personas o situaciones, o la relación.
4. La solución. Explica concretamente los cambios que quieres que se produzcan en el comportamiento de la otra persona. Ofrece algún cmabio de tu parte también. De esta forma la persona podrá responder de forma proactiva, al contrario de si tan sólo expusieras un listado de tus problemas sin sugerir soluciones. en caso que la persona no acepte tu solución, pídele que te ofrezca alguna a partir de lo que le has expuesto.
5. Finalmente, si te sientes mal, la mayor parte del tiempo, con esa persona y aun comunicándole de manera asertiva, no cambia su conducta, será recomendable que tomes distancia, ya que puedes estar viviendo maltrato psicológico.
Si quieres aprender más acerca de este método, puedes solicitar una sesión para revisarlo y obtener esta valiosa forma de comunicar.