Trauma Complejo, mas allá del Trastorno de Estrés post Traumático crónico

El tratamiento del trauma complejo implica un enfoque integral y el uso de distintas técnicas para abordar las diferentes dimensiones del trastorno, incluyendo los síntomas psicológicos, biológicos y sociales del paciente. Los siguientes enfoques psicológicos son comúnmente utilizados para tratar el trauma complejo:

Terapia cognitivo-conductual (TCC): Esta terapia se enfoca en la modificación de los pensamientos y comportamientos disfuncionales del paciente mediante la identificación y cambio de los patrones de pensamiento negativos y las conductas asociadas con el trauma.

Técnicas basadas en la mentalización: Estas técnicas se enfocan en la mejora de la capacidad del paciente para comprender y regular sus propias emociones y las emociones de los demás. En terapia esto puede ayudar a los pacientes con trauma complejo a desarrollar una comprensión más profunda de sus propios procesos mentales y emocionales, lo que puede facilitar la recuperación.

EMDR: Esta técnica se enfoca en la desensibilización y el reprocesamiento de los recuerdos traumáticos a través de la estimulación bilateral de los hemisferios cerebrales. Esta técnica puede ayudar a reducir la ansiedad y el estrés asociados con el trauma complejo.

Atención plena (Mindfulness): Estas técnicas se enfocan en ayudar al paciente a vivir en el momento presente, en lugar de preocuparse por el pasado o el futuro. Esto puede ayudar a los pacientes a reducir la ansiedad y el estrés asociados con el trauma complejo y a desarrollar una mayor autoconciencia..

Es importante destacar que el tratamiento del trauma complejo puede ser un proceso largo y difícil, y puede requerir una combinación de diferentes enfoques terapéuticos para lograr una recuperación completa. Además, la relación terapéutica entre el paciente y el terapeuta es fundamental para el éxito del tratamiento.